Llevo dos días despertándome a las 3 de la mañana y pasando la noche en blanco. Son los efectos del jetlag. Lo peor es que además, las tarde las paso dormitando. No está mal saber que mi cuerpo se rebela contra mis malos hábitos y que muy a menudo me dice.....contente, contente y para un poquito...¡ Así que ya he decidido decir que no a uno de mis 6 viajes trasatlánticos del año. O lo decido y lo hago ahora en este estado, o me pierde la ilusión del viaje...
Debo pensar en los días sin dormir y en el aire enrarecido de las cabinas de los aviones y no en lo bien que lo paso cuando llego.
Debo pensar en los días sin dormir y en el aire enrarecido de las cabinas de los aviones y no en lo bien que lo paso cuando llego.
anda ya!!! vete! vete! piensa en lo bien que te lo pasas cuando llegas (ya tendrás sesenta años, pa quedarte en casa y dormr tus ocho horitas, jajajaja)
ResponderEliminarQué asco eso de tener que domesticar el reloj biológico, ¿Eh? Ánimo, ya te habituarás a la hora local.
ResponderEliminarTe dejo un saludo por aquí, Verticana ;)
ResponderEliminarPero no dicen que viajar es un placer?
ResponderEliminarBienvenida
Venga, venga, que el jetlag dura un par de días, y las impresiones en la retina de un viaje placentero, duran hasta que el alzheimer os separe.
ResponderEliminarvengaaa que sarna con gusto no pica!
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