Es la primera vez que escribo un post en un aeropuerto esperando embarcar. En un rato vuelvo a España desde Boston. Como siempre que viajo, aunque sea por trabajo, se me agolpan en la cabeza las cosas que más me han gustado, y las que menos. Este país me encanta y me horroriza. Pero cada vez tengo más claro que lo que me horroriza es, tan sólo, la diferencia y el estigma de la población negra.
Me gusta Boston. Me ha encantado dar una conferencia en la mejor universidad del mundo, que no es la más pija, sino la más progre de la ciudad. El MIT desde luego le puede a Harvard. Me emocioné con el jardín comunitario de Berkeley St, que me hace creer en la posibilidad de hacer algo en común sólo por el placer de disfrutar y comprobar, de nuevo, que lo que más me gusta son los negros y sus sonrisas enormes, y saber que hay vida ahi fuera. Esta mañana estuve visitando algunas de las casas que dieron acogida a los esclavos huidos del sur, algunas de las residencias de los activos abolicionistas que forman parte de la leyenda del underground train y me encontré por azar con una enorme estatua dedicada a mi heroina Tubman. Malcom X se crió en Boston, pero hoy sigue siendo una ciudad dividida por el prejuicio. Tan lejos, tan cerca
Y si si...mucho presumir de ser la cuarta tercera ciudad más progay de EEUU después de NY y San Francisco...pero ya quisieran tener nuestro orgullo....
Me voy corriendo.....cruzo el Atlántico en un rato.